Qué es la Reducción Fetal?
La reducción fetal, también conocida como reducción del embarazo, es el proceso de reducción del número de embriones mediante la detención del latido cardiaco de uno o dos de los embriones en embarazos de trillizos o múltiples superiores formados por un tratamiento de FIV.
El objetivo de la reducción fetal es reducir el número de fetos y aumentar así la probabilidad de un embarazo sin complicaciones. La reducción fetal no se recomienda en embarazos gemelares a menos que concurran circunstancias muy especiales. En caso de trillizos o más, se recomienda reducir el número de fetos a dos.
Los trillizos pueden producirse cuando se transfieren 3 embriones para aumentar las probabilidades de embarazo durante el tratamiento de FIV. Aunque la familia, que lleva años deseando tener un hijo, está muy contenta, no deben ignorarse los riesgos de los embarazos de trillizos o más. El mayor riesgo de los embarazos múltiples (sobre todo de trillizos y más) es el parto prematuro y los problemas que pueden sufrir los bebés debido al nacimiento prematuro.
El nacimiento prematuro, también conocido como prematuridad, puede causar graves problemas de salud en los bebés. Los problemas de salud causados por el nacimiento prematuro son: problemas pulmonares graves, cardiopatías, hemorragias cerebrales, lesiones oculares graves, problemas auditivos, problemas intestinales, infecciones graves-sepsis, anemia (anemia) ictericia.
Estos problemas de salud causados por el nacimiento prematuro pueden afectar a la vida futura del bebé y causarle daños permanentes. Desde el punto de vista de la madre, los riesgos de los embarazos múltiples son los siguientes: amenaza de parto prematuro, hipertensión relacionada con el embarazo o preeclampsia (toxemia), diabetes y riesgo de hemorragia vaginal.
El proceso de toma de decisiones antes del procedimiento de reducción puede convertirse en una situación difícil para las parejas. Teniendo en cuenta los problemas que soportan las parejas para tener un bebé, es sumamente importante que el embarazo existente se mantenga y el resultado sea positivo.
Cómo se Realiza la Reducción Fetal?
La reducción fetal se realiza a las 11-12 semanas de gestación. El hecho de que el procedimiento se realice en una fase más temprana del embarazo también reduce la posibilidad de que surjan problemas. En el procedimiento, se trata de penetrar en el útero desde el abdomen con una aguja fina mediante ecografía y administrar KCL al corazón de uno o ambos bebés y detener el latido. El bebé cuyos latidos se detienen mediante el procedimiento desaparece espontáneamente al cabo de cierto tiempo. Tras el procedimiento, la posibilidad de causar daños a otros bebés o a la futura madre es muy pequeña. No se requiere reposo prolongado tras la reducción fetal. Las probabilidades de que nazca un bebé sano aumentan con la reducción fetal.
Cuáles Son Los Riesgos Asociados a la Reducción Fetal?
El riesgo de perder otros bebés tras la reducción fetal oscila entre el 1% y el 5%, lo cual es muy bajo. Sin embargo, un aumento del número de bebés sometidos a reducción incrementa este riesgo hasta el 10%. En este punto, no hay que olvidar que la tasa de bebés prematuros nacidos de embarazos de trillizos es del 100%. Por este motivo, se recomienda la reducción en todos los embarazos con trillizos o más.
